Queso de oveja

Es un queso de más de 2000 años de antigüedad, el primer dato conocido es que su fabricación y consumo se remonta a muchos siglos antes de Jesucristo. Restos arqueológicos demuestran que ya en la edad de bronce se elaboraba un queso de oveja, en lo que hoy se conoce como comarca natural de la mancha, España, cuya materia prima procedía de una raza de ovejas que podría considerarse antecesora de la actual oveja manchega.

Características sensoriales

Es un queso de corteza dura de color amarillo pálido a verdoso-negruzco, la pasta que lo forma debe tener un aspecto homogéneo, de color variable desde el blanco hasta el marfil amarillento. El corte debe presentar pequeños ojos desiguales repartidos por toda la superficie, pudiendo en ocasiones carecer de ellos. La textura de elasticidad baja, con sensación

Características sensoriales

Es un queso de corteza dura de color amarillo pálido a verdoso-negruzco, la pasta que lo forma debe tener un aspecto homogéneo, de color variable desde el blanco hasta el marfil amarillento. El corte debe presentar pequeños ojos desiguales repartidos por toda la superficie, pudiendo en ocasiones carecer de ellos. La textura de elasticidad baja, con sensación mantecosa y algo harinosa, que puede ser granulosa en los muy maduros. Desprende olor láctico, acidificado intenso y persistente que evoluciona a matices picantesen los más curados. El sabor es ligeramente acido, gusto residual agradable y peculiar

Características nutricionales

La leche de oveja se caracteriza por ser especialmente rica en grasa y en proteína, casi el doble que las leches de vaca y cabra.

Composición global en % de la leche de Oveja, Cabra y Vaca

El queso de oveja es un alimento rico en calcio, proteínas y fósforo. Solo 100g de queso de oveja contienen 21g de proteína y ente 600 a 900mg calcio. Estos nutrientes ayudan a la formación y crecimiento de los huesos y, además, múltiples estudios odontológicos demuestran que el queso ayuda a la prevención de caries y otras enfermedades de los dientes debido a diferentes elementos, algunos ácidos grasos tienen propiedades antimicrobianas. Aporta vitaminas A, D, B12 y B2, que protegen de las infecciones, piel, mejoran la cicatrización y favorecen funcionamiento del sistema nervioso y cardiovascular, también contiene proteínas que ayudan a formar, reparar mantener los tejidos del cuerpo.